








Mi transformación

Mi historia no empezó con éxito ni títulos, sino con vacíos, pérdidas y silencios.
Fui una persona que casi no tuvo educación; crecí aprendiendo de la vida misma, con más caídas que oportunidades.
Perdí a mi padre sin poder despedirme, y días antes de su muerte, la persona que más amaba se fue de mi lado.
Todo se derrumbó. Me sentía sin rumbo, sin fuerza y sin sentido.
Fueron seis días de un dolor tan profundo que creí que ya no había vida para mí.
Pero al séptimo día, algo cambió.
Me dormí temprano, y a las tres de la mañana desperté con una sensación inexplicable…
Pensamientos cruzaban mi mente, nubes de energía recorrían mi cuerpo, y por primera vez en mucho tiempo, sentí claridad.
Entendí que todo lo vivido tenía un propósito.
Que mi historia no era un castigo, sino una llave: la llave para abrir la mente de otros que, como yo, habían caído en la oscuridad.
Ese día decidí convertirme en el capitán de mi propio barco, aunque las aguas fueran turbulentas.
Los motores rugían, mi corazón temblaba, pero mi dirección era firme: despertar las mentes dormidas y ayudar a otros a encontrar los tesoros que aún no han descubierto dentro de sí.
Así nació “Mentes dormidas con tesoros escondidos”,
no como un proyecto, sino como un propósito de vida.
